El cobre es el metal más reciclado en el mundo y buena parte de la demanda actualmente se cubre a través del reciclaje. Esto es esencial en la lucha para preservar el medio ambiente ya que el cobre tiene un papel indispensable en la industria moderna gracias a sus capacidades conductoras.

Mientras más desarrollada esté una economía, más cobre consume. Por lo tanto, como el cobre es de alta durabilidad, la necesidad de más metal crece más rápidamente que la oferta de residuos.

El cobre está presente en todo tipo de aplicaciones cada vez más necesarias para nuestra vida moderna, como son los productos de alta tecnología, las instalaciones eléctricas, los motores, los sistemas de energía solar o los edificios inteligentes, por lo que desde mediados de la década de 1960, la demanda mundial de cobre refinado se ha incrementado en más del 250% (de 5 a 18 millones de toneladas).

Por otra parte, hoy en día, la mayor parte del cobre se utiliza bajo la forma de alambres y cables eléctricos, los que requieren del cobre puro refinado.

EL PROCESO DE RECICLAJE DEL COBRE

El proceso se resume en la recogida y posterior clasificación de las chatarras de cobre según su pureza. En función de su nivel, son enviadas a la fundición directamente (es el caso del cobre puro) o sometidas a tratamiento.

Los residuos que contienen óxidos se funden para formar ánodos que luego se van a electrorrefinación para obtener el nivel de pureza deseado.

En algunas aleaciones, como el latón y el bronce, el residuo de cobre se funde y forma más aleaciones. En este caso, no lo vuelve a refinar.

¿EN QUÉ SE UTILIZA EL COBRE RECICLADO?

Para la fabricación de tuberías, láminas para techos, chips electrónicos, piezas de motores y transformadores, monedas, entre otros.

El cobre y sus derivados, ya sea en estado puro o contenidos en un producto final, pueden ser reciclados en todas las etapas del ciclo de vida del producto.

Un ordenador contiene 1,5 kg de cobre, una casa de 90m2 unos 100 kg y una turbina eólica 5 toneladas. Teniendo en cuenta que el cobre puede ser totalmente reciclado y reutilizado una y otra vez, sin que pierda ninguna de sus propiedades, contamos con todos los incentivos para asegurar que nuestros productos se procesen correctamente cuando lleguen al final de su vida útil. Después de todo, el cobre de tu móvil podría terminar formando parte del sistema de tuberías de tu propia casa.

VENTAJAS DE RECICLAR EL COBRE

Como mencionamos anteriormente, el cobre es 100% reciclable, y no pierde sus propiedades químicas o físicas aunque el proceso se repita. Las ventajas incluyen principalmente el ahorro de energía, ya que supone un 85% menos de consumo reciclarlo que extraerlo.

Además, al reciclar cobre, se dejan de emitir toneladas de CO2 y se conservan valiosas reservas de petróleo, gas y carbón, suponiendo un beneficio claro para el medio ambiente, además de la evidente reducción de costes.